Para comenzar este artículo debemos definir qué se
entiende y que significa la palabra idiosincrasia; este término se refiere a
las características particulares que definen a un sujeto, colectivo o cosa como
tal; esto podría asemejarse con el Ñande reko (nuestro modo ser) de los
pueblos guaranís pero se diferencia en que Ñande reko hace referencia a la
persona constituida íntegramente; donde este constituye parte de un todo y el
todo parte de él; es decir que no se puede usar Ñandereko en cosas.
Es
por ello que no se concibe el termino de idiosincrasia dentro del pueblo guaraní;
es Ñande reko; porque es su modo de ser, su modo de ver y relacionarse con el
mundo. Pero esta forma de relacionarse con el mundo no estaba aprobada por las
causes eclesiásticas; el hecho de andar con poca ropa o sin ropa; de creer en
otras deidades; los hacia simplemente criaturas salvajes y herejes; que debían
ser evangelizados. Se
gobiernan como bestias, no teniendo más Dios que su vientre y limitando toda su
felicidad a los placeres y gustos de la vida presente. Sin embargo no dejan de ser muy supersticiosos
y observan con escrupulosa atención el canto de ciertos pájaros que es para ellos
de mal agüero y si están en camino y los oyen cantar no pasarán adelante y se
volverán al instante a sus casas sobrecogidos de miedo. (Ñande Reko. La comprensión
guaraní de la Vida Buena – Gestión Pública 25). A eso que las misiones le dicen superstición; es la forma
fiolosofica en la que los pueblos guaranís veían al mundo esa vida plena que el
hombre europeo no pudo entender.
Las misiones con una
visión europea llegaron a estas tierras según ellos inhóspitas; pero para la cosmovisión
guaraní era el ivi maraei; durante este tiempo de la colonización
religiosa no hubo un dialogo de saberes y conocimientos entre misioneros y
guaranís; porque los misioneros por el poder que les daba su iglesia
atropellaron y mancillaron a una cultura con el fin de “civilizarla”; ¿civilizar
qué?; esa es la pregunta; los colonos y
las misioneros sentían la potestad divina de civilizar culturas bajo lo que ellos
concebían como civilizado; ¿pero tendrá algo de civilizado el esclavismo, la
explotación y la obliteración cultural que sufrieron estos pueblos?; ¿Quiénes
serán los incivilizados en el marco de los conceptos que usaban los europeos?.
Son tres acepciones diversas
tres filosofías; de un mundo europeo que no reconocía a los guaranís como
personas para ellos solo eran animales salvajes; de un mundo dogmático
religioso que pensaba que los guaraníes eran unas pobres criaturas que merecían
la benevolencia de Dios para ser salvados “los indios no tiene adoración particular, ni
ídolos, ni templos, ni sacerdote”( Ñande Reko La comprensión guaraní de la Vida
Buena 24); y de un mundo guaraní que quería vivir en plenitud su Ñande reko.
Las misiones franciscanas y jesuitas enseñaron muchas
cosas del viejo mundo; arte, cultura, idioma; pero muy poco aprendieron del
pueblo guaraní; más bien a través de sus creencias en santos usaron al arete
guasu (fiesta grande); para sobreponer sus rituales religiosos sobre las
ritualidades guaranís; dando como resultado un hibrido las denominadas fiestas
patronales. Para los pueblos guaranís el arete guasu era una festividad ideológica
para agradecer la producción de maíz.
No
está mal aprender de otras culturas; pero está mal pensar que una cultura
es hegemónica y superior a otras culturas; y eso hicieron
las misiones a medida que hacían su trabajo; hacían notar a los guaranís que la
vida que llevaban era salvaje y rudimentaria; en cuanto a su Ñande reko es decir
su cultura, sus creencias y su idioma. Les despojaron de lo más importante
que tiene una cultura que es el idioma porque para el mundo guaraní cada
palabra es importante, cada palabra tiene un significado; no hablan por hablar
y su idioma no son solo ruidos: es un idioma tan real pero no como cualquier
otro; este idioma tiene vida el Ñee iya. Hablan
la lengua guaraní la que es de tanta Majestad que cada palabra es una
definición exacta que explica la naturaleza de la cosa que se quiere dar a
entender y nunca pudiera imaginarse que en el centro de la Barbarie se hallase
una Lengua que por su nobleza y hermosura parece que no es inferior. (Ñande Reko. La comprensión
guaraní de la Vida Buena – Gestión Pública 22)
El Ñee iya es tan particular en esta cultura
que hay palabras propias de las mujeres y palabras propias de los hombres; en el
castellano gramaticalmente es complejo. La palabra guaraní es tan significativa
cuando uno la comprende. Es por eso que el proceso de castellanización fue un
proceso traumático en esta región; porque los guaranís querían encontrar el iya
del castellano pero este idioma no tiene iya. Es por eso que aun ahora el
castellano no se lo puede hablar bien; porque los pueblos guaraníes no lo
pudieron comprender solo empezaron a repetir y al relacionarse tanto con este
idioma su oído se empezó acostumbrar a este proceso de castellanización pero
sin poder comprenderlo en esencia al castellano.
Los guaranís no podían hablar en su idioma porque era un
instructivo golpearles la lengua o que reciban otros castigos cada vez que se
expresen públicamente en su idioma. De esa manera oprimieron a este pueblo; los
esclavizaron, les dijeron en lo que debían creer y como hablar.
Los pueblos guaranís ¿Que aprendieron de las misiones? ¿Fue
el arte, la música, la palabra de Dios?; los indígenas aprendieron: que eran
pecadores por la vida que llevaban; a matar a sus hermanas y hermanos en clamor
de la libertad, que existía una vida carente de significado y que los
misioneros hablaban todo el tiempo que Dios es Amor; pero jamás sintieron ese
Amor en su ser; mas al contrario a nombre de ese amor sintieron en la piel latigazos;
un amor que castiga, que esclaviza y que oprime.
Pero de un amor como mboroaiu, yoparareko (Amor en su entrega total
con el todo; morir por ese amor) jamás fue enseñado por las misiones porque ellos
desconocen ese amor nunca lo han practicado; si hubieran usado estas palabras que tienen un gran significado epistemológico en
su trabajo de misioneros; hubieran hecho de su misión un verdadero trabajo de
Dios; pero no fue así pusieron por delante al dogma y la arrogancia del hombre europeo
antes que estas palabras Ñeeiya; entonces el aprendizaje más relevante y que
perduro por años en el pueblo guaraní es que en el Karaï (hombre blanco) no se
puede confiar. “Para comprender el presente y poder
cambiarlo es inexorable entender el pasado”. (Ñande Reko La comprensión guaraní de la Vida Buena 13)
BIBLIOGRAFIA.-
Gestión Pública
Intercultural (GPI) - n. 7; 2008 Ñande
Reko. La comprensión guaraní de la Vida Buena; La Paz Bolivia
Ñande Reko La
comprensión guaraní de la Vida Buena Edición al cuidado de Javier
Medina 2002; La Paz Bolivia
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